Al leer el Evangelio de hoy esto
meditando sobre la publicidad que le damos a nuestra vida en la redes sociales.
Hace años, lo que hacíamos o nos sucedía llegaba a nuestros familiares, vecinos
y amigos más cercanos, bueno a más si vivimos en un pueblo donde las noticias
vuelan. Ahora en cambio aireamos todo lo que nos pasa en las redes. Esto en algunos casos es para pensar y
reflexionar. Pero también nuestra vida cristiana se pone en el candelero en la
redes. No es la panacea ni puede sustituir a compartir la fe de persona a
persona, cara a cara. Pero también nos ayuda a animarnos, a rezar unos por
otros. Hay comunidades internacionales en la red. Podemos pensar hoy ¿Qué comparto en las
redes? Feliz día y bendiciones. Para ver las lecturas pincha aquí.
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