Seguimos
leyendo el discurso del sermón de la montaña. Hoy toca las máximas referentes a
la vida sexual. EL Pueblo Judío vivía
una sexualidad más ordenada que el resto de culturas que la rodeaban, pero le
faltaba evolucionar en aspectos como la igualdad de la mujer. El repudio era
una práctica que dejaba tirada a la mujer frente a la prepotencia del varón.
Jesús, proclamando la indisolubilidad del matrimonio, coloca a la mujer en una
posición de igual dignidad con el varón.
El Cardenal Cañizares no alerta contra la “igualdad de género”, es decir,
contra los derechos de la mujer y un sano feminismo, sino contra la “ideología
de género”, la que afirma que el género es una construcción social y no tiene
nada que ver con el sexo con el que se nace. Pidamos por este obispo valiente y
perseguido. Feliz día y bendiciones. Para ver las lecturas pincha aquí.
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