Al leer el fragmento de la carta de Santiago me siento mal porque soy
de los que no dice prácticamente nunca "“Dios mediante” o “si Dios quiere”.
Esa expresión no está en mi discurso. Tengo ya 44 años y no pienso en la muerte
ni en que los planes que hago puedan verse truncados radicalmente. Pero en mi
caso no es falta de fe. Sé que mi vida está en sus manos y que Él tiene planes
para mí. Creo que es al contrario, vivo tan intensamente y tan confiado que no
pienso que las cosas no vayan a salir puesto que las pongo siempre en sus manos
y busco hacer su voluntad. Para discernir sobre esto podemos preguntarnos:
¿cómo reacciono cuando no salen mis planes? Feliz día y bendiciones. Para ver las lecturas pincha aquí.
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