Hoy celebramos una fiesta que se fija el jueves
posterior a Pentecostés. El sacerdocio de Jesús. Él en sentido estricto no fue
sacerdote, era un laico. Pero su vida, y sobre todo su muerte, fueron vividos
con sentido sacerdotal, como mediador entre Dios y la humanidad; como
sacrificio de expiación por los pecados. El sacerdocio de Jesús no es cultual
sino existencial. No hace una serie de funciones sagradas sino que da a su vida
un sentido sacerdotal. Hace unos días el Papa insistía en esto al ordenar
algunos sacerdotes. No somos funcionarios que realizamos una serie de funciones,
sino que estamos configurados con Cristo, único sacerdote. Configurados en el
ser, no en el hacer. Pidamos hoy muy especialmente por los sacerdotes, para que
la mundanidad no nos robe la alegría de ser ministros de la Misericordia. Feliz
día y bendiciones. Para ver las lecturas pincha aquí.
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