A Saulo lo “tira del caballo” no una
idea, un discurso racional bien montado, una suma de dinero… lo que lo tira por
el suelo y lo derrota es la experiencia de la divinidad de Jesús. Lo envolvió
“una luz celeste” dice el texto. Había escuchado a los Apóstoles predicar
afirmando que Jesús es Señor, es decir, que es Dios, pero eso no podía ser, era
totalmente imposible. No necesita que nadie le convenza, él mismo ha tenido
experiencia de esto. Esta experiencia es
la que los acredita como apóstol, porque él, el último, como un aborto, también
ha tenido esa experiencia de Jesús resucitado. La Nueva Evangelización no tiene
otro objetivo que ayudar a los bautizados o no a tener esta experiencia, lo que
llamamos “encuentro personal con Cristo”. Hoy damos gracias por nuestro “camino
de Damasco personal” Feliz día y bendiciones. Para ver las lecturas pincha aquí.
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