Este es el domingo lo llamamos
del Buen Pastor. Y lo celebramos después de ver al Pastor de la Iglesia
Universal viajando a una de las periferias de Europa donde están confinadas las
familias que han osado intentar invadir nuestro espacio egoísta de bien estar.
Un post esta semana se titulaba ¿Qué se le ha perdido a Francisco en Lesbos? Pues
se le han perdido dos cosas, toda esa multitud de ovejas, que aunque la mayoría
sean de religión musulmana no por eso merecen menos nuestra solidaridad. Y se
le ha perdido la dignidad de Europa. El Papa ha ido a ver si la encuentra y
ayuda a nuestros gobiernos a recuperarla. Como pastor estos gestos del Papa que
sus críticos califican de SHOW me cuestionan y me espolean. Y creo que a todos
como comunidad, como rebaño, nos hacen pensar mucho.
Podemos estar empeñados como los
primeros apóstoles en predicar a los naturales destinatarios del mensaje. En esa
ocasión eran los judíos. Pero como estos no querían acogerlo, Pablo y Bernabé
se dedicaron a los paganos, a los que nada sabían de Moisés y de Abrahán. Veo
en la Palabra de hoy a que también nosotros nos sigamos planteando nuestra
pastoral de mantenimiento en la que tantas energías y tiempo dedicamos. En mi
parroquia comienzan las Primeras Comuniones hoy. Las celebro con gusto y cariño
pero les dedico el tiempo y la energía justas. Y trato de no amargarme al
sentirme tratado como un elemento más
del evento, como los payasos. Es escandaloso
que hayamos convertido la Eucaristía en un evento social cuando hay hermanos
nuestros que como dice la segunda lectura, han lavado sus túnicas en la sangre
del Cordero, se han jugado la vida por Jesús.
Hoy celebramos la jornada de
oración por las vocaciones. El lema es estupendo “Te mira ConPasión”. En el Evangelio
se habla de las ovejas que escuchan la voz de Jesús. Dejarse mirar y escuchar.
Ahí surge la vocación. Cuando nuestra mirada se cruza con la suya y escuchamos
que nos llama por nuestro nombre. Nos conoce a cada uno, nos mira a cada uno,
llama a cada uno. Dios sigue llamando, sigue necesitando Matrimonios
cristianos, Sacerdotes, Religiosos y religiosas, Misioneros y laicos consagrados.
Lo que faltan son respuestas, hombres y mujeres que digan SÍ a esa llamada. El
miedo y la desconfianza que el enemigo siembra en el corazón lo
dificultan. No dejemos de dar un
testimonio alegre del camino que hemos escogido todos los consagrados y no
dejemos de proponer con valentía la vocación. Feliz domingo y bendiciones. Para ver las lecturas pincha aquí.
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