lunes, 22 de febrero de 2016

SEGUNDA SEMANA TO CICLO B DOMINGO

Segunda semana de Cuaresma “SE” la segunda sílaba de Misericordia. Que nos dice esta sílaba, nos dice dos cosas muy relacionadas y que es una de las claves del Evangelio de este Domingo. La voz del Padre que nos dice desde la nube: “este es mi Hijo, escuchadlo”. Hay una canto de Ixcis que dice “basta con mirar y callar, para escuchar tu palabra, basta con hacer silencio dentro, para escuchar tu voz… como María”. Ella es nuestro modelo de silencio y escucha de la Palabra, silencio para escuchar. Es tiempo de revisar nuestra capacidad de escucha, de escuchar a los demás, de escuchar a Dios.

En las lecturas de hoy aparece el suelo dos veces. Cuando estamos dormidos no podemos oír ni escuchar. Ese sueño que le entra a Abrahán y a los apóstoles en el Tabor, es ese miedo que tenemos a escuchar de verdad a Dios. Nos cuesta mucho entrar en nosotros mismos. Vamos por la vida en la superficie sin penetrar en la profundidad de nosotros mismos. Abrahán estaba abrumado por la promesa de Dios, no se encontraba con fuerzas para sellar ese pacto con Dios. Y se duerme. Entonces Dios pasa entre los animales y da el sí por Abrahán. El que él no es capaz de dar. Dios permanece fiel porque no puede negarse a sí mismo.

Al hacer silencio de verdad, silencio exterior e interior, podemos descender hasta nuestra verdad. La verdad de cada uno de nosotros que a veces se nos hace insoportable. Somos tan pobres, tan pequeños, tan míseros, que no queremos enfrentarnos con nuestra propia miseria. Dios quiere que descendamos a nuestra verdad para poder ascender a la suya. Cuando en el silencio nos miramos a nosotros mismo podemos dejarnos abrazar por Dios. Él no es cruel y no quiere que hagamos esto para hacernos sufrir. Al contrario, quiere abrazar nuestra miseria. Desde esa experiencia de la Misericordia, si primero bajamos, descendemos, podemos ascender al encuentro con él, el Tabor, porque somos ciudadanos del cielo, somos una de esas estrellas que Abrahán vio en el firmamento. Silencio y escucha. Feliz domingo y bendiciones. Para ver las lecturas pincha aquí.


No hay comentarios:

Publicar un comentario