Hace años un amigo sacerdote me dijo: “tenemos que
vivir primero aquello que exigimos a los demás”. Aquellas palabras fueron como una espada que
me traspasó el alma pero me hicieron reaccionar. Cuando no vives lo que enseñas
estás en un estado de esquizofrenia que al principio te parece llevadero pero a
la larga te pasa factura. Cuando vives lo que predicas tu predicación es más
fecunda, descubres a tu alrededor procesos de conversión. Estas palabras de
Jesús no son sólo para los pastores de la Iglesia, son también para los padres
y madres y para todo el que tiene la responsabilidad de acompañar a otros.
Dejemos que traspasen nuestra alma y nos hieran. Feliz día y bendiciones. Para ver las lecturas pincha aquí.
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