Por segunda vez Jesús repite lo de los últimos y
los primeros. Estas tensiones entre los que llegaron antes a la comunidad y los
que acaban de llegar se daban entre los primeros cristianos y se dan hoy. Ellos
recordaban estas parábolas de Jesús y se las repetían cada vez que un mayor o
antiguo de sentía incómodo ante el empuje de los jóvenes o el servicio renovador
de un nuevo miembro. En nuestras parroquias si son poco misioneras tristemente
esto a penas sucede, porque no hay jóvenes y siempre somos los mismos. Cuando
una comunidad se hace misionera le sucede esto, pero no vamos a tener miedo.
Ojalá en nuestras comunidades hubiere muchas tensiones de este tipo que Jesús
desarma poniéndose en el último lugar. Feliz día y bendiciones. Para ver las lecturas pincha aquí.
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