miércoles, 17 de junio de 2015

SEMANA UNDÉCIMA TO MIÉRCOLES



Escuchando esta Palabra estoy revisando cuánto comparto y cómo lo hago. La codicia no es de los pecados capitales que más funcionen en mí, pero reconozco que el dinero a veces me hace sentir una seguridad falsa. Y ya vemos los efectos de la codicia: el ambiente generalizado de corrupción en el que nos movemos. Y si nos fijamos la Palabra no nos niega una contrapartida en el compartir. San Pablo habla de recoger lo sembrado y Jesús de recibir la paga del Padre en lo escondido. “Dios se lo pague”. Claro que Dios no paga como el Tesoro Público, el da el ciento por uno en tesoros de gloria.  Invirtamos en estos títulos de deuda divina que tiene una rentabilidad fantástica. Feliz día y bendiciones.  Para ver las lecturas pincha aquí. 

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