Ayer preparaba un bautizo con una familia y les
hablaba de la consagración con el crisma, que por el bautismo todos somos del
Señor, dedicados a Él aunque unos más que otros. Les decía que yo, cuando fui
ordenado sacerdote, mis manos fueron ungidas para significar una dedicación
total a Dios, “mis manos son para servir a Dios, pare serviros a vosotros”. Y
añadía: “si Podemos suprime las cruces del IRPF tendré que ponerme a trabajar
en otra cosa por las mañanas”. Y cuando digo estas cosas no pierdo la paz. Vivir
sin llevar oro en la faja ni alforjas es atrevido pero apasionante. Dios cuida
de su Iglesia y cuida de los que damos gratis lo hemos recibido gratis. Feliz
día y bendiciones. Para ver las lecturas pincha aquí.
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