Me he quedado un poco pillado por esto de predicar
a un Jesús diferente. Y me pregunto ¿qué Jesús es el que yo predico? Esto ya
pasaba en las primeras comunidades y sigue pasando. Por eso se escribieron los
Evangelios una vez que Pablo y otros iban desapareciendo, para que veinte
siglos después nosotros podamos conocer al mismo Jesús que ellos. Aun así
podemos coger del Evangelio y presentar al Jesús que más nos conviene o va con
nosotros. Tenemos que ser honestos en esto y buscar el rostro de Jesús sin
prejuicios ideológicos y presentarlo así a los demás. Esta mañana yo contemplo
a Jesús, el maestro, orando al Padre con
toda confianza, enseñándonos a relacionarnos con él como hijos. Feliz día y bendiciones. Para ver las lecturas pincha aquí.
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