El verbo servir en castellano es polisémico,
también significa tener utilidad. ¿Para qué sirve esto, qué utilidad tiene?
Jeremías no le veía utilidad alguna a su muerte, era como tantas veces el
desenlace de una vida contracorriente. En el caso de Jesús es diferente. Caminando hacia Jerusalén trató de trasmitir
a sus discípulos que su muerte iba a servir para algo, sería útil al Reino: “da
su vida en rescate por muchos”. El Evangelio nos enseña a descubrir la utilidad
de nuestro sufrimiento. Cambiamos el ¿por qué? por el ¿para qué? Descubre para
qué han servido las muertes que has vivido ya en tu vida y fortalécete para las
que vienen. Feliz día y bendiciones. Para ver las lecturas pincha aquí.
No hay comentarios:
Publicar un comentario