Las personas más débiles son los peores tiranos. He
leído que Hitler se prostituía en su juventud y que tenía ascendencia judía.
Persiguió y condenó lo que no aceptaba de sí mismo. Anoche hablaba con una
amiga que mientras no nos ponemos ante un espejo y aceptamos nuestra realidad
en todas sus dimensiones y recovecos, no tenemos una experiencia real de ser
amados por Dios. ¿Condenas algo en los demás? Seguramente es lo que no aceptas
de ti mismo. En la primera lectura leemos una confesión muy sincera. Sería
ideal que fuésemos preparando una buena confesión ahondando bien en nuestras
sombras. Feliz día y bendiciones. Para ver las lecturas pincha aquí.
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