sábado, 14 de febrero de 2015

SEMANA SEXTA TO CICLO B DOMINGO

La lepra en el Evangelio nos habla de la marginación en tiempos de Jesús. No sabían muy bien lo que era, pero sí sabían que era contagiosa y había que alejarse de los que la sufrían. Era algo terrible su vida apartados de todos, de su familia y sus amigos. Con otras dolencias como la epilepsia de las que casi nada se sabía, históricamente también se ha aplicado la marginación como respuesta. La primera pregunta que podemos hacernos este fin de semana es: ¿a quiénes marginamos nosotros?  O  utilizando palabras del Papa ¿a quiénes descartamos?

El segundo paso es mirar a Jesús. Lo observamos muy bien en este Evangelio. Deja que el leproso se acerque, lo mira y lo escucha. Y experimenta la compasión. Se hace una idea de lo que este hombre sufría, deja que su dolor y su marginación toquen las fibras de su alma (eso es la compasión) y reacciona, lo toca y lo limpia. Ya decía el antiguo Testamento que Dios es compasivo y misericordioso, los musulmanes lo repiten también mucho. Nuestro Dios tiene entrañas de madre y le duele lo que a nosotros nos duele, sufre y padece con nosotros. ¿Has visto el bien que hace a las personas ser conscientes de que dios sufre con ellas?


Y el tercer paso y nos viene muy bien a las puertas de una Cuaresma centrada en esto nos preguntamos si estamos enfermos de indiferencia que es lo contrario de la compasión. Ya lo dijo el Papa en Lampedusa, en su primer viaje apostólico, que el mundo está afectado de una globalización de la indiferencia. Piensa en la última vez que has visto a alguien sufriendo, descartado, marginado, en directo o en los medios de comunicación. ¿Has sentido algo? ¿Has reaccionado? Ponte el termómetro de la indiferencia y mira a ver. Tendremos cuarenta días de travesía por el desierto para educarnos en la compasión. Para ver las lecturas pincha aquí.  

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