Cuando pasas en el coche por un pueblo de la Mancha
te llama la atención sus fachadas. Están muy poco cuidadas. Lo contrario a los
pueblos andaluces. Ellos no se preocupan de lo que los demás ven, nosotros, los
andaluces sí, aunque por dentro estemos con estrechuras. Jesús quiso dar un
giro copernicano a la moral abandonando la pureza externa que estaba basada en
una concepción mágico-pesimista de lo material. Jesús quería que sus discípulos
pusiéramos el centro de atención en el interior, en la actitud frente a la
apariencia y a lo externo. Hoy vivimos también una exaltación de la estética
frente a la ética en muchos aspectos. Hay
quien destruye rosarios porque dicen que tienen símbolos masones. Nuestra
liturgia puede ser un fruto perfecto pero transgénico sin semillas y sin sabor.
Bucea en tu interior ¿qué descubres? Feliz día y bendiciones. Para ver las lecturas pincha aquí.
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