Leyendo el evangelio de hoy me estoy acordando de
que en la primitiva Iglesia los catecúmenos, no bautizados, una vez terminada
la liturgia de la Palabra de la Eucaristía eran despedidos y no podían seguir
en la celebración porque como se dice en la liturgia mozárabe “lo santo para
los santos”. Algo he escuchado de que a los no bautizados se les despedía con
algo así como “los perros fuera”. En algunas celebraciones como entierros donde
nadie comulga yo me acuerdo de esto. Estoy haciendo algo que para ellos no
tiene ningún sentido. La Eucaristía es el pan de los débiles, no el alimento de
la élite como dice el Papa, pero también pienso que estamos echando el pan a
los perros. Participar en la Ecuaristía requiere un proceso de iniciación que
damos por supuesto. Sigo muy pastoral ejem¡¡ ¿Cómo les ayudamos a apreciar lo
santo que es este Pan? Feliz día y bendiciones. Para ver las lecturas pincha aquí.
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