domingo, 8 de febrero de 2015

SEMANA QUINTA TO CICLO B DOMINGO

Al ponerme a preparar la homilía de hoy no sabía muy bien por qué se ha escogido la lectura de Job. Orando un poco he descubierto que si en el Evangelio vemos a Jesus curando y liberando las palabras de Job representan al anhelo y lamento de todos los que sufren. Precisamente este domingo celebramos la Campaña de Manos Unidas que cada febrero nos recuerda que la mayoría de la población del planeta no vive tan cómodamente como vivimos nosotros. El Papa nos zarandea también para que espabilemos y no nos dejemos llevar por la globalización de la indiferencia. ¿Escuchamos ese clamor? San Pablo, en la segunda lectura, da una clase magistral de la Encarnación de la evangelización de los cristianos, hacerse débiles con los débiles. Si le preguntáramos a los pobres a los que ayudamos y atendemos quizá nos digan que a veces sienten que los tratamos desde una posición de superioridad: "yo soy el fuerte, el que sabe, el que puede, el que tiene y te ayudo a ti que...."
La segunda lectura es el contexto del lema de mi ordenación sacerdotal que suele mostrar el estilo de cura que queremos ser. Yo escogí "ay de mí si no evangelizo", veo que después de 16 años sigo con el mismo estilo aunque modulado y en continuo progreso. Alpha acentúa en mí eso de ser débil con el débil. En la metodología se nos insiste en que vayamos siempre al ritmo y al nivel de los últimos, de los que menos formados están, de los que más dudas y oscuridad sienten. Es la pedagogía del pastor que va detrás del rebaño animando a las ovejas rezagadas. Ciertamente es más incómodo, nos gusta mas trabajar en la Iglesia con los formados, los más espirituales, los más entregados. Ya era hora de que nos diésemos cuenta de las ovejas que se nos han ido quedando por el camino al no poder seguir el ritmo que marcamos por delante.  Y no solo nos demos cuenta, sino que hagamos algo por recuperarlas.

En el evangelio de hoy vemos un día completo en la vida de Jesús. Participa en la celebración de la sinagoga, come con los discípulos, enseña y cura, y hace oración personal. Son los elementos que no pueden faltar en nuestra vida de cristiana. Algunos quizá nos falte oración, a otros vida de comunidad, a otros servicio. Si falta alguna de esas patas el banco se tambalea y no se tiene en pie. Y me llama la atención, como siempre, la actitud de Jesús de no dejarse acaparar. En la oración ha descubierto que el Padre quiere que su ministerio sea itinerante. Para nosotros no quiere decir que no echemos raíces y seamos nómadas continuamente. Es una llamada a no instalarnos, no instalarnos no en lugar geográfico, que también (a veces es buenos salir, cambiar, ver otras realidades...) sino a no instalarnos en una posición ideológica, actividad o estilo pastoral. El Espíritu es creativo y nos lleva constantemente por caminos nuevos. Y sobre todo que no nos quedemos con nuestro grupito, el Señor nos ha elegido para hacernos todo a todos. Feliz domingo y bendiciones. Para ver las lecturas pincha aquí. 

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