miércoles, 7 de enero de 2015

SOLEMNIDAD DE LA EPIFANÍA

Isaías anunció a la ciudad de Jerusalén algo nuevo y sorprendente y describe las emociones ante aquello: «Al ver esto, estarás radiante, palpitará y se ensanchará tu corazón, porque se volcarán sobre ti los tesoros del mar y las riquezas de las naciones llegarán hasta ti». Así se han levantado nuestros niños esta mañana, con el corazón en un pálpito ante los regalos de los Reyes Magos.  Así se puso también el corazón de Herodes ante la noticia de que había nacido el Mesías, y sobre todo así estaría el corazón de los Magos al arrodillarse ante el Niño Jesús en brazos de su madre. ¿Somos capaces de sorprendernos o somos ya tan viejos que nada hace palpitar nuestro corazón?

Epifanía, que así se llama esta fiesta es un término griego que se puede traducir por manifestación. La aparición de Dios para salvar a su pueblo. En la Misa del Gallo San Pablo decía “se ha manifestado (ha aparecido) la gracia de Dios que trae la salvación para todos los hombres”. Es la frase con la que he querido felicitar este año la Navidad. Frente a la experiencia cotidiana de nuestra incapacidad para darnos felicidad plena, viene año tras año el regalo de la Navidad que nos saca de esa rutina desesperante. La Navidad cada año nos hace salir al en camino para iniciar una peregrinación en fe y redescubrir al único Mesías que puede salvarnos.

La salvación es para todos, no hay llamados y no llamados. Tú y yo hemos sido llamados a formar parte de este Pueblo que no deja de ensancharse. El Papa ha elegido para el Colegio Cardenalicio a obispos de todos los continentes y en menor medida de Europa y América del Norte. Sus viajes más intensos son en el continente asiático. De allí, de oriente, de lejos, vendrá una muchedumbre que nos ayudará a refrescar nuestra fe a redescubrir la alegría del encuentro con Dios.  Si el Señor nos da vida larga veremos muchos cambios y a los extranjeros sacarnos de nuestra forma de vida cómoda e insolidaria. Vivamos este día con ilusión de niños dejándonos sorprender por Dios. Feliz día y bendiciones. Para ver las lecturas pincha aquí. 


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