viernes, 4 de julio de 2014

SEMANA DECIMOTERCERA TO VIERNES

Una de las experiencias más desazonadoras es la de ofrecer a Dios a quien no tiene sed o hambre de Él. Leyendo a San Agustín en el oficio de lectura parece que Dios regala gratuitamente esa sed a quien quiere. Yo creo más bien que todos tenemos ese deseo pero no está activado en todos. Se activa de muchas maneras, a veces el sufrimiento inesperado nos hace volver a lo esencial y aceptar que necesitamos de Dios. Ni el mismo Jesús pudo hacer que los fariseos de su época reconocieran ese hambre de su Palabra. Hoy y aquí tenemos que hacer un trabajo previo a la evangelización que es tocar los resortes para que ese deseo sea activado. Feliz día y bendiciones. Para ver las lecturas pincha aquí.  

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