miércoles, 2 de julio de 2014

SEMANA DECIMOTERCERA TO MIÉRCOLES

Al leer la primera lectura me acuerdo de Caín y Abel. El sacrificio de Caín no era agradable a Dios porque no lo ofrecía con un corazón noble sino con mezquindad. Como decía el Papa un día no puede echar en el cepillo de la Iglesia para tranquilizar su conciencia donativos del dinero ganado en la corrupción. Me encanta la campaña publicitaria de Hacienda que trata de que seamos conscientes de que cuando defraudamos nos estamos fastidiando a nosotros mismos y a los demás.  Despojémonos de todas las pequeñas prácticas deshonestas que “todo el mundo hace” para que nuestras ofrendas no ofendan la Santidad de Dios. Feliz día y bendiciones. Para ver las lecturas pincha aquí. 

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