Ayer asistí con muchos compañeros a la Primera Misa
de David. En su homilía nos hablaba muy directamente a los sacerdotes sobre la
oración. Nos decía que si oramos cada día podremos resistir las tempestades. La
oración diaria hace presente en nuestra vida a Jesús. Para los que no oran
Jesús está dormido, ausente y puede llegar a convertirse en un fantasma. Doy
gracias a Jesús que cada mañana se hace presente en mi vida y me regala la
firmeza de que no vamos a zozobrar. ¿No lo notas en tu vida? Feliz día y
bendiciones. Para ver las lecturas pincha aquí.
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