Al leer la primera lectura todos nos acordamos de
lo que pasó ayer en nuestro País. ¡Qué diferencia! El acceso al poder en medio
de luchas y sangre y la legalidad más absoluta. Hace siglos el poder necesitaba
el refrendo de Dios para ejercerlo, los reyes eran coronados o ungidos por el
representante de Dios. Hoy esto no es necesario y está más en consonancia con
el Evangelio: “A Dios lo que es de Dios y al César lo que es del César”. El Rey
Felipe quiere encabezar a la porción del pueblo español que quiere un regeneración
de la vida pública tan podrida en todos los estamentos. Quiere ser ese ojo que
de luz a todo el cuerpo social. Dios lo ayude y nosotros lo apoyemos. Feliz día
y bendiciones. Para ver las lecturas pincha aquí.
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