No se puede llegar a la verdad plena sin la ayuda
del Espíritu Santo. San Pablo había experimentado eso mismo. Pensaba que estaba
en la verdad hasta que se encontró con Jesús, hasta que el Espíritu Santo le
reveló quien es Jesús. Los seres humanos de todos los tiempos, los de Atenas
del siglo primero y los del siglo veintiuno buscamos a Dios, a veces nos
entretenemos en la búsqueda y nos contentamos con destellos de Dios. Pero sólo
podemos conocer a Dios a través del rostro de Jesús. No nos cansemos de
buscarlo el Espíritu nos ayuda. Feliz día y bendiciones. Para ver las lecturas pincha aquí.
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