Se nos acaba el Año de la fe, este año de tantas gracias y
bendiciones. Hoy escuchamos una vez más de labios de Jesús que la fe cura. En
la primera lectura vemos una situación de apostasía, de renuncia de la fe que
tiene como consecuencia una gran cólera. La apostasía atrae al mal. En el
Evangelio Bartimeo ora suplicante con mucha fe. La fe no sólo nos cura a
nosotros sino a todo el mundo. Ayer el Papa recomendaba con su “misericordina”
rezar el rosario de la Divina Misericordia. No se trata de arrancar del corazón
de Jesús el perdón, Él es compasivo y misericordioso. Al orar pidiendo
misericordia, estamos ayudando a que los que no la conocen la acojan en su
vida. Nuestra súplica hecha con fe cura a otros, hagámoslo. Feliz día y
bendiciones.Para ver las lecturas pincha aquí.
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