Hoy las dos
lecturas se complementan y nos ofrecen dos caminos para ayudar a los hermanos: el
testimonio y la misericordia. Sólo testimonio y buen ejemplo puede a veces
resultar contraproducente y hasta apabullante… “yo no soy capaz de eso, yo no
soy así…” y la sola misericordia puede llevar a una postura cómoda “no tengo
que luchar, no me tengo que esforzar…”. Mucha misericordia y testimonio
valiente, son dos ingredientes que no pueden faltar en la nueva evangelización
aderezados de mucha confianza “El Señor me sostiene”. Feliz día y bendiciones. Para ver las lecturas pincha aquí.
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