La novedad que es Jesús es inabarcable. Dice Qohelet
que el hombre no abarca las obras de Dios. Si no era capaz de abarcar las obras
del mundo, cuanto menos la gran obra que es su Hijo Jesucristo muerto y
resucitado. Cuando Pedro afirmó que él era el «Mesías de Dios» no sabía lo que
decía, como en el Tabor cuando hablaba de hacer tres tiendas. Hay un tiempo
para cada cosa, riendo o llorando seguimos buscando la mano de Dios en sus
obras. ¿Vemos algo? Feliz día y bendiciones. Para ver las lecturas pincha aquí.
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