Acabamos de hacer la declaración del IRPF. Y según
están las cosas se te queda cara de idiota cuando ves que hay otros que
defraudan y se quedan tan panchos. Como cuando en el Antiguo Testamento un
justo se preguntaba: «¿por qué le va bien a los malvados?» Dicen que nuestra
economía sumergida sigue creciendo. Hay algo en nuestro sistema económico que
huele mal, a azufre, sí, está endemoniado porque es intrínsecamente desordenado.
Y ya vemos los resultados y lo peor es que no estamos dispuestos a que nada
cambie; como los habitantes de aquel pueblo que echaron a Jesús por la pérdida
de los cerdos aunque hubiera liberado a los endemoniados. ¿Amo yo el bien o envidio a los que aman el
mal? Feliz día y bendiciones. Para ver las lecturas pincha aquí.
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