Hoy en la Palabra encontramos todo un tratado sobre
la oración. Me detengo en el episodio del Templo. Jesús nos advierte que nuestra oración debe
ser gratuita. No podemos pretender sacar tajada de nuestra relación con Dios. Cuando
alguien se relaciona conmigo como sacerdote de modo interesado, a ver lo que
consigue, me siento utilizado. Pienso entonces cómo se sentirá Dios cuando lo
buscamos sin gratuidad. Claro que
siempre es mejor eso que nada, pero Dios no puede ser alguien con quien
mercadeemos. Y también la oración debe
nacer de la fe y trabada desde el perdón.
Pero no me detengo más. Feliz día y bendiciones. Para ver las lecturas pincha aquí.
No hay comentarios:
Publicar un comentario