Hay personas que consideran que no tienen que
confesarse porque ellos “no matan”. Hay cristianos que aprendieron los
mandamientos literalmente y no profundizaron en su significado desde la óptica
cristiana. Siguen en una moral de mínimos. Siguen en el chapoteo y no han
descubierto que estamos hechos para amar.
Jesús llama la atención sobre la congruencia entre el culto y la vida.
Una ofrenda sin reconciliación no es válida. ¿Cuándo nos planteamos qué ofrecer
a Dios se nos pasa por la cabeza ofrecerle el perdón a nuestros hermanos? Feliz
día y bendiciones. Para ver las lecturas pincha aquí.
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