Releemos en clave Pascual este texto de la
vida pública de Jesús. Me llama la atención las expectativas que los signos que
Jesús realizaba provocaban en la gente: - «Este sí que es el Profeta que tenía
que venir al mundo.» Y lo querían proclamar Rey. Los discípulos de Emaús iban
de vuelta a casa con la decepción de que Jesús no había respondido a sus expectativas.
La resurrección supera toda expectativa, rompe cualquier límite racional y
lógico que puedan tener las esperanzas de este mundo. Esto no es cosa de hombres, como decía
Gamaliel es cosa de Dios. ¿Qué expectativas tengo yo puestas en Jesús? Feliz
día y bendiciones. Para ver las lecturas poncha aquí.
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