Hoy la Palabra me recuerda algo que frecuentemente ha sido motivo
de preocupación para mí como pastor. El que las ovejas se queden en mi
testimonio, en mí que soy lámpara, testigo de la verdad y no sigan al que es la
Luz y es la Verdad. Evangelizar no es formar grupos de forofos de nosotros
mismos sino provocar procesos de adhesión a Jesucristo. Que las cosas funcionen
de manera que faltando nosotros todo sigue su curso. Que cuando nosotros
fallamos la comunidad no se desinfla. Ni siquiera Jesús va por libre, va
remitiendo al Padre, es Él quien le concede realizar las obras que dan
testimonio de la Verdad. Pido perdón por
mis personalismos y os pido que me
ayudéis a ser lámpara y voz creíble. Feliz día y bendiciones. Para ver las lecturas pincha aquí.
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