Una de las causas de la falta de esperanza es el
desaliento. Cuando corres una carrera y te sientes muy cansado pierdes la
esperanza de llegar a la meta. Los mismo nos pasa en el seguimiento de Jesús. Y
la palabra cansancio sale frecuentemente en las reuniones eclesiales, entre los
curas y también entre agentes de pastoral.
Los que tienen puesta su esperanza en el Señor renuevan sus fuerzas y
levantan el vuelo sobre las dificultades como las águilas ¿No estaremos
cansados porque no acudimos a descansar en Él? Feliz día y bendiciones. Para ver las lecturas pincha aquí.
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