Ayer predicaba que los que verdaderamente buscan a Dios lo encuentran. Hoy tenemos este testimonio de esta mujer admirable que busca al “amor de su alma”. Después de las barbaridades que la gente ha leído en algunos libros sobre María y Jesús da un poco pudor hablar del amor de María por Jesús. La Sagrada Escritura que está inspirada nos presenta a María como la primer testigo de la resurrección porque era el ser humano que más amaba a Jesús. Amaba mucho porque mucho le había sido perdonado. Y es la que ante el sepulcro vacío lo busca como el que busca agua para saciar su sed. María, como la Samaritana, había conocido el amor verdadero de Jesús que sacia el alma humana. ¿De qué tengo yo sed? Feliz día y bendiciones. Para ver las lecturas pincha aquí.
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