sábado, 23 de julio de 2011

DOMINGO XVII TO A


En los negocios hay que saber negociar. Hay que saber qué inversión es la más acertada en cada momento, lo que más conviene. Jesús habla en las parábolas de hoy de hacer un buen negocio. Y todo se basa en saber apreciar el tesoro o la perla. Saber que valen más que todo lo que tenemos y que merece la pena perderlo todo por ellos.  Como he dicho otras veces no se trata de ser buenos o malos sino de ser sabios o necios. 

De tener esa sabiduría que pide Salomón a Dios al comenzar su reinado.  Frente a la idea pagana de la fortuna, de ese golpe de suerte que te hace afortunado sin que tú hagas nada. Los Israelitas creían que el irte bien en la vida depende de “saber” guiarte por ella.  De saber descubrir la voluntad de Dios para tu vida. San Pablo en la segunda lectura habla de que a los que Dios ha llamado conforme a su designio todo les sirve para bien. El designio (que no destino) consiste en ser imagen de su Hijo.  Esta es la perla, éste es el tesoro. El “éxito” en la vida consiste en responder a esa llamada, en no desaprovechar esta oferta.

¿Sabremos nosotros apreciar esta Outlet? ¿Darnos cuenta de lo que vale realmente? Feliz fin de semana y bendiciones. Para ver las lecturas pincha aquí. 

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