Qué contraste tan tremendo entre las dos lecturas de hoy, entre el Antiguo y el Nuevo Testamento. La teofanía del Sinaí es terrible. Dios habla en el trueno y se manifiesta en forma de fuego devorador. En Jesús Dios se manifiesta en la humanidad de un Galileo que además habla en parábolas. Ya le reveló el Señor a Elías que él no está en el terremoto, ni en el fuego, ni en el viento impetuoso. En cada Eucaristía él se hace presente a nosotros velado en el pan y el vino. Es la pedagogía de Dios. Él no puede ser un dato demostrable y manejable por nosotros. Siempre tiene que mediar la fe que nos permite ver más de lo que se capta simplemente mirando. Demos gracias porque se nos ha concedido conocer los secretos del reino. Feliz día y bendiciones. Para ver las lecturas pincha aquí.
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