Este domingo hay dos temas a desarrollar: Amor y
fe. Uno no sabe bien por dónde tirar. La ilustración que pongo junto al comentario
de Fano muchas veces da en el clavo. La de este domingo es preciosa. “Servidores
del amor”. Precisamente un amigo me escribía una carta ayer en la que me decía:
“Le pido a Dios que seas capaz de
posponerte, pero de un modo sano. Que puedas seguir dándote, pero esperando el
céntuplo del Único que te lo puede dar. Que vuelvas al amor primero, en esos
momentos donde te sentiste «especial», pues lo eres”. Llevamos dos semanas
en la parroquia de un activismo feroz con el comienzo de curso. Y me paro y me
pregunto, y os invito a pararos y preguntaros: ¿Por qué hago todo lo que hago?
Cuando nos damos buscando “algo” a cambio nos herimos. Sin darnos cuenta, a veces somos buenos y nos
hacemos daño porque buscamos que los demás nos aprecien. Y así no funciona el
amor. El amor verdadero no espera que lo quieran, ya lo hace el Amor. Si amo
para que me amen... Me busco a mí y eso no sana. Creo que esto es lo que quiere
decir Jesús con sus palabras que nos pueden parecer duras y de poca
sensibilidad.
Este amigo me invitaba a volver al amor primero. Es
lo mismo que San Pablo recomendaba a su amigo y discípulo Timoteo: “reavives el
don de Dios que hay en ti por la imposición de mis manos”. Nuestro servicio en
la Iglesia no es otra cosa que la respuesta al Amor de Dios por cada uno de
nosotros. No podemos esperar recompensa porque somos nosotros los que siempre
estamos en deuda con Él. Volver al amor primero, reavivar el don requiere que,
como decía el H. Roger, volvamos a las fuentes, al punto de dónde venimos, a
ese encuentro con Jesús que nos sedujo y nos conquistó para su causa. Esa es la
fe que nos mueve, el motor que nos impulsa, no nuestro estado de ánimo ni
nuestro impulso vital más o menos fuerte. No existen las motivaciones 100€
puras, pero sí que podemos despojarnos de las más mundanas, las que nos impiden
servir con un corazón libre. Dediquemos este fin de semana un tiempo a volver a
ese punto de partida, cuando empezamos a correr. Feliz domingo y bendiciones. Para ver las lecturas pincha aquí.
No hay comentarios:
Publicar un comentario