Hemos rezado con el Salmo que nuestra alma tiene
sed de Dios. Porque nuestra alma tiene sed de amor, de un amor puro que no nos
dañe, que no nos hiera. Todos nosotros estamos heridos desde que somos
concebidos. En primer lugar por el pecado original y después por cada una de
las veces en que no hemos sido amados. Esta es la miseria que compartimos todos
los seres humanos. Y dice la primera lectura que brotará una fuente remedio de
impurezas y errores. ¿Dónde podemos beber de esa fuente que mana de su costado
abierto? En el sacramento de la reconciliación sobre todo, aunque no sólo,
también en la Eucaristía y al servir a los pobres.
Hoy Jesús quiere que miremos de un modo especial a
la cruz, que miremos al que traspasaron. Que lo veamos herido. Porque Él es un
Mesías herido, no es un salvador triunfante. Y nos invita ser también nosotros,
como él sanadores heridos. Jesús quiere que lo sigamos con la cruz negándonos a
nosotros mismos. Esa cruz no son las enfermedades sino las relaciones humanas
que se nos hacen dolorosas y hasta insoportables porque nos hieren. Antes esas
situaciones podemos amargarnos, guardar rencor, vengarnos. O bien podemos
elegir amar, perdonar, vivir la misericordia.
¿Cómo podemos ser así de misericordiosos? Porque
estamos revestidos de Cristo. La Misericordia no es un disfraz que tapa nuestra
miseria, nada de eso. El ser revestidos de Cristo es ser transformados en
Cristo. Somos revestidos de sus entrañas de misericordia para poder mirar a los
demás como los mira él y descubrir con simplicidad que este a quien me cuesta
amar, es una persona herida como yo y que es hijo amado de Dios como yo. Hoy he
celebrado en un Santuario Mariano y le hemos pedido a la Madre que vuelva a nosotros
esos sus ojos misericordiosos. Esos ojos con los que mira entrañable a cada uno
de sus hijos. A mí y a quien me cuesta amar, a esa o esas personas con las que
relacionarme es una cruz y por lo tanto la posibilidad de mi liberación.
Benditas heridas, benditas cruces. Feliz día y bendiciones. Para ver las lecturas pincha aquí.
No hay comentarios:
Publicar un comentario