Creo que lo he compartido otras veces, y hoy al
meditar esta Palabra se me hace presente. Es viernes de Cuaresma, buen día para
reconciliarnos. Aprendí que San Agustín dice que antes que confesar el pecado
confesemos el amor. Es un detalle que parece insignificante pero ayuda mucho y
le da a la confesión otro sabor. Podemos decir “Señor Tú lo sabes todo, sabes
que te amo” o algo parecido. Por encima de nuestro pecado está el amor, y
porque amamos a Dios nos confesamos. Somos como las cebollas de las azucenas
que empiezan a despertar para brotar y en mayo florecer. El perdón es ese Rocío
Divino que pone en marcha nuestra capacidad de amar. Haz una buena confesión,
confiesa lo primero que le amas. Feliz día y bendiciones. Para ver las lecturas pincha aquí.
No hay comentarios:
Publicar un comentario