Abrahán era nómada, no poseía tierra en propiedad.
Dios eligió a un hombre desinstalado para sus planes. Y le prometió una tierra
a él y a sus descendientes. Y promete esto a un hombre sin hijos. Estas
realidades teológicas me espolean después de ver las noticias. Hoy hay también
muchos hombres y mujeres sin tierra. Piensan que Europa es esa tierra prometida
y han venido hasta aquí arriesgando la vida, atravesando el mar. A una Europa
que no tiene hijos, con crecimiento cero. Y antes de que existiese Europa Siria
e Irak ya existían como realidades políticas y culturales. Tierra, trabajo y
techo son indispensables para que toda persona viva con dignidad. ¿Seremos
capaces de compartirlos? Feliz día y bendiciones. Para ver las lecturas pincha aquí.
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