Perversión etimológicamente significa invertir, dar
la vuelta. Lo utilizamos cuando alguien
utiliza algo para lo que no es su fin. Pervierto el bolígrafo si lo utilizo
para mover la leche en el vaso. El sábado en tiempos de Jesús estaba
pervertido. Su fin original era liberador: descansar. Estaba pensado para el
servicio del ser humano. Pero se había convertido en una carga y en ocasión
para acusar a los demás. Es como la economía actual, está pervertida, no está
al servicio de la persona. Cuando alguien se empeña en darle la vuelta y
ponerla al servicio de la persona, los “mercados” se ponen nerviosos y deciden
acabar con él, como le pasó a Jesús que proclama con estos signos que Dios no
descansa, en el amor no hay vacaciones porque el que anda en amor ni cansa ni
se cansa. Feliz día y bendiciones. Para ver las lecturas pincha aquí.
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