Acostumbro a decir que la vida de fe
no es una extraescolar ni una actividad de ocio. Hoy Jesús se hace presente en
el trabajo y más aún en el fracaso. Jesús resucitado tiene una capacidad
especial para hacerse presente en nuestras decepciones y crisis. Él no se
impone, no viene arrasando, su presencia es un suave consejo, una opción, una
salida. ¿No nos ha pasado nunca? Oremos hoy por los que en estos momentos
necesitan experimentar esa presencia. Todos tenemos alguien a nuestro
alrededor. Feliz viernes de Pascua y bendiciones.
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