sábado, 25 de abril de 2015

SEMANA CUARTA PASCUA CICLO B DOMINGO

Ayer escuchaba al rector de la Universidad de Jaén en su discurso de investidura y decía que el sentido de pertenencia se nota cuando uno se presenta no como catedrático de tal o cual sino como profesor de la UJA. El sentido de pertenencia. Soy cura de un barrio en el que el sentido de pertenencia es muy fuerte. En cambio conozco a muchos bautizados que se confiesan cristianos pero no tienen sentido de pertenencia. Ser Hijo de Dios es como un título que se cuelga en la pared junto a la orla. En la ciudad es tremendo ver cómo la gente va a Misa los domingos aquí o allá dependiendo del horario, de los planes del fin de semana. Falta mucho sentido de pertenencia eclesial, de ser rebaño. Ayer le preguntaba a cada uno de los chicos que este año se confirman ¿y después qué? ¿En qué grupo vas a continuar?

La pertenencia tiene como núcleo la relación con Jesús. Esto también es importante porque también hay cristianos con sentido de pertenencia a una parroquia o cofradía que cuando rascas un poco te encuentras que no hay relación personal con Jesús. Estos nos son verdaderos discípulos y por lo tanto tampoco misioneros.  Yo estoy en este rebaño porque el Pastor me ha salvado de la muerte eterna. Y no lo ha hecho con una fórmula mágica, con el poder de una energía… no, lo ha hecho entregando su vida por mí. Nadie ha hecho eso por mí. No tengo otro salvador fuera de Jesús.  Si Jesús no hubiera muerto por mí yo estaría perdido. Y soy suyo, él me ha comprado con su sangre. Para formar parte de la Iglesia la cuota de ingreso la ha pagado Jesús con su sangre.


Ese sentido de pertenencia a Jesús - “tuyo soy” aprendemos de pequeños con el Jesusito de mi vida -, es tan fuerte que nos conoce y lo conocemos como el Padre y el Hijo se conocen. La vida es un proceso sin final de ir profundizando en este conocimiento. El que es de Jesús, es también de los demás. Crea a su alrededor comunidad, fraternidad. No se puede ser hijo sin hermanos. En la vida cristiana no existen los hijos únicos. Recordemos que Jesús se hace presente cuando se reúnen los hermanos. El evangelio siempre ha sido contracultural y revolucionario, pero ahora, en este tiempo que propone el modelo de vida individualista, aún más. Mientras se nos propone disfrutar y buscar bienestar por encima de todo, algunos estamos empeñados en entregar la vida libremente, como nuestro pastor, para poder recuperarla. Hay padres que se encuentran atrapados en la vida familiar porque cuando se casaron no hicieron una verdadera entrega de su vida. Nosotros proponemos que sólo recupera la vida el que la entrega libremente. Hoy que rezamos por las vocaciones, por los que se plantean entregar la vida, renovamos nuestras entregas con una nueva libertad. Feliz fin de semana y bendiciones. Para ver las lecturas pincha aquí.  

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