sábado, 7 de marzo de 2015

Hace unos días estaba en el hormiguero Joaquín Sabina que se jactaba de no usar internet, y el presentador le pregunta: “¿Y entonces el porno qué?”. ¡Jajaa! A mí no me hizo ninguna gracia. Voy a dar algunos datos. El portal de pornografía más visitado en septiembre de 2014 reveló que a diario 800.000 españoles visitan ese portal. Uno de cada tres varones consume pornografía por internet a diario. Se ha convertido en un hábito que está afectando al desarrollo psicoafectivo de los adolescentes y jóvenes y la vida sexual de las parejas y lo peor de todo es que crea adicción.  

Me he acordado de esto al leer el evangelio de hoy y contemplar a Jesús enfadado por el comercio con lo sagrado dentro del Templo. La pornografía es sobre todo un gran negocio donde se comercia con personas y que el maligno utiliza para destruir la sexualidad. Desfigura la relación con la corporalidad. Nosotros somos Templo de Dios, nuestra corporalidad es sagrada, y estamos llamados ser lugar de encuentro con Dios para nosotros mismos y para los demás. En las llagas del cuerpo del crucificado está también todo el sufrimiento que la pornografía provoca en los que participan de un modo o de otro. Jesús asume y carga con la destrucción que implica este fenómeno.


¿Qué podemos hacer? Lo primero no reírle la gracia a los que bromean con esto. Lo segundo hablar de esto sin tapujos para remover algunas conciencias y lo tercero ofrecer ayuda porque las hay. Los adolescentes reciben talleres de educación afectivo-sexual donde se trata este problema. Y hay comunidades terapéuticas para adultos para desengancharse de este problema. Jesús puede levantar el templo destruido. La Eucaristía tiene u gran poder sanador para este tema. Conozco a personas que han sido sanadas y liberadas de todo esto y han podido volver a tener unas relaciones afectivas sanas y ordenadas. Esto que escribo no lo voy a predicar esta tarde en la Misa con niños ni mañana con ancianos. Pero lo escribo sabiendo que es necedad y locura para casi todos para ayudar algunos. Feliz fin de semana y bendiciones. Para ver las lecturas pincha aquí. 

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