Que lejos me siento del Dios de Noé tan mítico y
primitivo que se arrepiente de haber creado al ser humano. Esos relatos están
hechos con levadura de concepciones paganas de un dios al que hay que tener
contento para que su ira no nos aniquile. Los herodianos, amantes del poder y
los fariseos del legalismo también se sentían lejos del Dios que predicaba
Jesús. Empieza la Cuaresma y la conversión profunda a la que se nos llama no es
la moral, la de ser más buenos, pecar menos, sino la conversión al Dios de
Jesús que no convierte las piedras en pan pero nos sacia con su Cuerpo y su Palabra.
¿Que hay en el evangelio que no me
entra, que no trago? Feliz día y bendiciones. Para ver las lecturas pincha aquí.
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