Los que hacemos deporte, salvo raras excepciones
nos gusta practicarlo con otros. Correr con otros es más divertido, nos picamos
y eso nos ayuda a progresar, nos animamos y ayudamos. Un pinchazo en una
grupeta se resuelve antes que cuando vas solo. En la vida de fe es así también,
no vamos solos. Y en la carrera tenemos los ojos puestos en el que va delante y
ha pasado por donde vamos a pasar nosotros. Como los deportistas renunció al
gozo inmediato para llegar a la meta. Y lo que hace avanzar es una cosa
misteriosa, una confianza preciosa que se llama fe con ella vemos milagros como
los del Evangelio de hoy. ¿A quién vas a animar hoy en la fe? Feliz día y
bendiciones. Para ver las lecturas pincha aquí.
No hay comentarios:
Publicar un comentario