El sacerdocio de Melquisedec es un sacerdocio
eterno, es para siempre, no pasa. También los sacerdotes lo somos para siempre,
es de ser cura no es un trabajo, ni una función. Nos configura en el mismo ser,
ontológicamente. Conozco compañeros que se han secularizado y se siguen
sintiendo sacerdotes. Jesús es ese sacerdote eterno, su sacerdocio no tiene
vacaciones no plazos. Por eso no puede dejar de curar, de hacer el bien, de
liberar y salvar, sea lunes o sábado. Puede cansarse del camino y sentarse en
el pozo de Jacob a esperar a la Samaritana pero no se cansa de ser sacerdote.
Ora hoy por los sacerdotes, para que nos cansemos. Feliz día y bendiciones. Para ver las lecturas pincha aquí.
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