domingo, 14 de diciembre de 2014

SEMANA TERCERA ADVIENTO CICLO B DOMINGO

Hoy es San Juan de la Cruz, el día de la Inmaculada escuché a un carmelita que en Santo Místico decía que dios creó a la humanidad porque necesitaba una esposa para su Hijo Jesucristo. Isaías dice que su gozo es como el de los enamorados: el  gozo del novio y de la novia. Estamos en el tercer domingo de Adviento, el domingo de la Alegría. El Salmo de hoy ha sido el cántico de la virgen María. Sin desdeñar a San José ella también está llena de ese gozo de la mujer que tiene un esposo enamorado. Se goza porque el Señor se ha fijado en ella y la ha hecho la obra grande su maternidad. La raíz de la alegría es la experiencia de los que Dios hace en tu vida, hace por la humanidad.

Ayer preguntaba a los niños por qué nos ponemos tristes y todos menos dos me hablaron de estar solos, abandonados, haber perdido a alguien querido… la tristeza es fruto de la falta de amor. Podemos no haber conocido el júbilo de sentirnos amados por Dios, amados como nadie pueda hacerlo nunca. O también, habiéndolo experimentado otras veces puede que estemos de bajón, que hayamos caído en la tentación de la duda de ese amor (“Se ha olvidado de ti”). Este domingo el Señor quiere inundarnos de su gozo, nos quiere siempre alegres, siempre alabándole, siempre profetas (dice San Pablo que no despreciemos este don). ¡No te resistas!


¿Quién eres? Le preguntan a Juan y él no se las da de lo que no es, él sólo es la voz, no es la Palabra. Tampoco es la luz, es testigo de la Luz. Juan vive la alegría de la humildad y vive la alegría de ser profeta. El Papa nos anima a experimentar la dulce alegría de evangelizar, la alegría de ayudar a otros a descubrir que Dios los ama. La alegría del evangelio es contagiosa. Si se tiene no se puede guardar. Dios ha puesto sobre nosotros su Espíritu para que demos buenas noticias a los que sufren y para que vendemos corazones destrozados. Dice San Pablo que no extingamos el Espíritu, que nuestra comodidad, mediocridad, pudor y cobardía no apaguen el Espíritu de profecía que desde el bautismo poseemos. Feliz domingo y bendiciones. Para ver las lecturas pincha aquí. 

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