Hoy es San Juan de la Cruz, el día de la Inmaculada
escuché a un carmelita que en Santo Místico decía que dios creó a la humanidad
porque necesitaba una esposa para su Hijo Jesucristo. Isaías dice que su gozo
es como el de los enamorados: el gozo
del novio y de la novia. Estamos en el tercer domingo de Adviento, el domingo
de la Alegría. El Salmo de hoy ha sido el cántico de la virgen María. Sin
desdeñar a San José ella también está llena de ese gozo de la mujer que tiene
un esposo enamorado. Se goza porque el Señor se ha fijado en ella y la ha hecho
la obra grande su maternidad. La raíz de la alegría es la experiencia de los
que Dios hace en tu vida, hace por la humanidad.
Ayer preguntaba a los niños por qué nos ponemos
tristes y todos menos dos me hablaron de estar solos, abandonados, haber
perdido a alguien querido… la tristeza es fruto de la falta de amor. Podemos no
haber conocido el júbilo de sentirnos amados por Dios, amados como nadie pueda
hacerlo nunca. O también, habiéndolo experimentado otras veces puede que
estemos de bajón, que hayamos caído en la tentación de la duda de ese amor (“Se
ha olvidado de ti”). Este domingo el Señor quiere inundarnos de su gozo, nos
quiere siempre alegres, siempre alabándole, siempre profetas (dice San Pablo
que no despreciemos este don). ¡No te resistas!
¿Quién eres? Le preguntan a Juan y él no se las da
de lo que no es, él sólo es la voz, no es la Palabra. Tampoco es la luz, es
testigo de la Luz. Juan vive la alegría de la humildad y vive la alegría de ser
profeta. El Papa nos anima a experimentar la dulce alegría de evangelizar, la
alegría de ayudar a otros a descubrir que Dios los ama. La alegría del
evangelio es contagiosa. Si se tiene no se puede guardar. Dios ha puesto sobre
nosotros su Espíritu para que demos buenas noticias a los que sufren y para que
vendemos corazones destrozados. Dice San Pablo que no extingamos el Espíritu,
que nuestra comodidad, mediocridad, pudor y cobardía no apaguen el Espíritu de
profecía que desde el bautismo poseemos. Feliz domingo y bendiciones. Para ver las lecturas pincha aquí.

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