miércoles, 17 de diciembre de 2014

17 DICIEMBRE

El Hijo de Dios no viene a este mundo como un extraterrestre en un meteorito. Tiene antepasados y linaje. Es del Pueblo de Israel, descendiente de Abrahán de la Tribu de Judá. El mes pasado escuchábamos que Santa Teresa era nieta de un judío converso, que se convirtió al cristianismo. En el s. XVI eso era terrible, si no eras cristiano viejo, es decir con cuatro abuelos cristianos, se te cerraban muchas puertas. Es como lo de los ocho apellidos vascos. Pues en el linaje de Jesús hay de todo. Las mujeres que aparecen son precisamente extranjeras y hay adulterio, hay primogenituras arrebatadas… Hay una corriente de moda que afirma que somos hoy la consecuencia de los actos de nuestros antepasados (Constelaciones familiares). Sin llegar al cuasi-espiritismo de esta corriente, sí que es saludable que oremos por nuestros antepasados y nos reconciliemos con nuestro pasado. Es la sanación intergeneracional. Para Dios no hay tiempo. Nuestra oración de hoy puede ayudar a nuestros antepasados de ayer. La salvación que trae este niño es para todos los que nacen antes que él y para los que nacieron antes también. Feliz día y bendiciones. Para ver las lecturas pincha aquí. 

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