Qué bien sabe esta semana de Adviento, sabe a
ternura y gracia. Hoy Jesús quiere curarnos y sanarnos de uno de los grandes
males de nuestro tiempo el cansancio de la fe. El Papa Benedicto decía que en
África no percibía este cansancio que si es patente en los cristianos de vieja
tradición. El Papa Francisco también llama la atención sobre esto ¿Qué nos
pasa? Creo que se apaga la esperanza en Dios, la esperanza como virtud teologal
de esperar en las posibilidades de Dios.
Caemos en la tentación de pensar: “Dios ignora mi causa”. Los que
esperan en el Señor no se cansan, cada día renuevan sus fuerzas y les salen
alas. Descarga tu agobio en el Señor y renueva tu esperanza en Él que no se
cansa. Feliz día y bendiciones. Para ver las lecturas pincha aquí.
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